viernes, 25 de abril de 2008

Jaime Sabines






Boca de llanto

Boca de llanto, me llaman
tus pupilas negras,
me reclaman. Tus labios
sin ti me besan.
¡Cómo has podido tener
la misma mirada negra
con esos ojos
que ahora llevas!

Sonreíste. ¡Qué silencio,
qué falta de fiesta!
¡Cómo me puse a buscarte
en tu sonrisa, cabeza
de tierra,
labios de tristeza!

No lloras, no llorarías
aunque quisieras;
tienes el rostro apagado
de las ciegas.

Puedes reír. Yo te dejo
reír, aunque no puedas.

2 comentarios:

desierto dijo...

He pasado unos días sin venir a ver y ya me arrepiento, este me gustó.

Buen viaje

mojadopapel dijo...

Gracias desierto, lo tuve y cada día plasmare un poquito de el, me gusta recordar para saborear un poco más.