viernes, 23 de mayo de 2008

Aferrarse a la vida

lo peor de todo no es la muerte, la vida te da recursos para superar las ausencias, lo peor es la muerte en vida de una persona querida, sentir como el sufrimiento va haciendo mella en el carácter, como se va perdiendo la alegría y las ganas de vivir, como va desapareciendo la chispa en los ojos hasta que no queda rastro de la persona que eras, escuchar al ser querido decir " no quiero estar enganchado a los tubos que aportan más vida deteriorada, y no quiero sentir más dolor, donde está El botón del Off para apagarme?". Aun así, es increíble la capacidad del ser humano para soportar y para crearse una venda en los ojos ante la más mínima mejoría que aporte estimulo para seguir aferrado a la vida como la hiedra seca en el árbol, que aun muerta, no hay quien la arranque de el.
Solo un cuerpo enfermo, dolido y sin esperanza es capaz de abrir los brazos a una muerte consoladora, regazo materno donde claudica la existencia en búsqueda de paz y ausencia de dolor, el descanso total.

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