sábado, 4 de octubre de 2008

TRANSMUTACIÓN



Estoy sencilla como la claridad...
Nada me dice tanto como tu nombre
repetido de montaña a montaña
por un eco sin tiempo que comienza en mi amor
y rueda hasta el infinito...

¡Tú...!
Casi paloma erguida
sobre un mundo de alas
que has creado en mi espíritu.

Tú lo dominas todo para mi claridad.
Y soy simple destello en albas fijas
amándote...

Ningún viento agitado seduce mi reposo
de ternuras naciendo y apretándose
entre tu mano
y mi sollozo.

Una afluencia de ríos por nacer, y golondrinas mudas,
se estrecha contra mí
allí donde tu alma me dice al corazón
la palabra más leve.

Mis pies van despegados de rastros amarillos
y escalan techos infatigados de mariposas
donde el sol, sin saberlo, se ha visto una mañana,
deslumbrante...

Para amarte
me he desgarrado el mundo de los hombros,
y he quedado desierta en mar y estrella,
sencilla
como la claridad.

Aquí no hay geografía para manos ni espíritu.
Estoy sobre el silencio y en el silencio mismo
de una transmutación
donde nada es orilla...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Difícil será encontrar en toda la poesía femenina del mundo, una más completa entrega de la mujer, que la que expresa "Noche de amor en tres cantos"; ni egoísmo más paradójicamente abnegado: el de la mujer que se da totalmente para poder poseer totalmente también. Parece que las almas y no los cuerpos han sido los protagonistas del drama de la coyunda versos asonantes que recuerdan con su ritmo los de Joyeles del mexicano Efrén
Rebolledo. En Julia de Burgos, la intuición y la imagen parecen complementarse para formar un todo por completo. Cada poema es la crónica plausible de una aventura espiritual, recortada contra el foro de una experiencia estética, y expresada en términos de sensaciones y emociones metaforizadas. No se puede apuntar con el dedo en dónde la imagen empieza y la intuición termina. Lo encantador es que ambas interpenetran en lo que pudiera llamarse
la histología de la expresión o la química orgánica del pensamiento. Ni se puede decir si la imagen es el mecanismo interpretativo de la intuición, o el agente catalítico que, al cuajar la intuición, se incorpora a ella.

Anónimo dijo...

"¡No me recuerdes! ¡Siénteme!
Mientras menos me pienses, más me amas"

Anónimo dijo...

Julia de Burgos fue considerada desde sus primeros poemas, en los años 30, como una de las cuatro grandes poetas clásicas hispanoamericanas (con Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou y Alfonsina Storni, aunque algo posterior a ellas). Desde entonces su poesía, que asimila profundamente los logros del modernismo y las vanguardias, no ha hecho más que renovarse y aumentar en atractivo para los lectores, posiblemente en virtud de su intensidad emocional y su constante cuestionamiento de la identidad construida por la sociedad dominante.

Aunque, como es habitual, su figura haya tratado de ser asimilada por la cultura dominante, que ha intentando quitarle su fuerza subversiva y convertirla en una poeta romántica y sentimental, la cultura popular percibe perfectamente que Julia escribe desde la perspectiva del excluido, y que su planteamiento sentimental se hace en lucha contradictoria (de rechazo y atracción) contra la identidad que le construye la sociedad patriarcal y burguesa criolla dominante. Julia padeció a lo largo de toda su vida la explotación y la pobreza, y como activista política independentista antiestadounidense fue vigilada y perseguida por el FBI.

Anónimo dijo...

Te seguiré callada

Te seguiré por siempre, callada y fugitiva,
por entre oscuras calles molidas de nostalgia,
o sobre las estrellas sonreídas de ritmos
donde mecen su historia tus más hondas miradas.

Mis pasos desatados de rumbos y fronteras
no encuentran las orillas que a tu vida se enlazan.
Busca lo ilimitado mi amor, y mis canciones
de espalda a los estático, irrumpen en tu alma.

Apacible de anhelos, cuando el mundo te lleve,
me doblaré el instinto y amaré tus pisadas;
y serán hojas simples las que iré deshilando
entre quietos recuerdos, con tu forma lejana.

Atenta a lo infinito que en mi vida ya asoma,
con la emoción en alto y la ambición sellada,
te seguiré por siempre, callada y fugitiva,
por entre oscuras calles, o sobre estrellas blancas.

Anónimo dijo...

Vaya hombre, ya no sé qué decir pq, los anónimos 1 y 3, me lo han quitado de la boca!
Era justo, justito lo que estaba yo pensando...
(jijijiji)

Un besito.

(las fotos de la entrada siguiente son muy chulas, y más chulo habrá sido estar ahí)

mojadopapel dijo...

Donce no sabes la energía que se quema por estos lares. Cuando quieras ya sabes.Un besazo