lunes, 9 de marzo de 2015

Antonio Gamoneda





Mi manera de amarte es sencilla:
 te aprieto a mí
como si hubiera
 un poco de justicia en mi corazón
 y yo te la pudiese dar con el cuerpo.
 Cuando revuelvo tus cabellos
 algo hermoso se forma entre mis manos.
Y casi no sé más.
Yo sólo aspiro
 a estar contigo en paz y a estar en paz
 con un deber desconocido
 que a veces pesa también en mi corazón.

No hay comentarios: