domingo, 8 de junio de 2008

Volví a la playa

Y saque fotos, bebí vinito del Condado, tomé coquinas, me vestí de Tuareg, y me relajé totalmente. Tener el mar a una hora de Sevilla es una ventaja que no desperdicio ni en invierno ni en verano. Si no me invitan mis amigas, voy al camping /los hoteles no admiten perros/ y con el voy a todas partes, el disfruta el campo y la playa tanto como su dueña, no hay que privarse de los pequeños placeres de la vida porque mañana podemos no estar y a mi que me quiten lo "bailao". He dicho.










2 comentarios:

dintel dijo...

Pero lo bailado...

mojadopapel dijo...

Queeee, no me dejes con la intriga.