lunes, 21 de septiembre de 2020

La metáfora del mirlo


Me ha sorprendido. Es una extraña sensación. Como algunos de vosotros, durante el primer brote del COVID-19 y los posteriores días de confinamiento, Pedro iba escribiendo en su blog, como es su rutina, y yo le iba leyendo como es mi diaria costumbre también.

Pedro decidió publicar todo lo escrito desde el día 2 de marzo, días antes del confinamiento, hasta que llegamos a la etapa de desescalada en la que se permitió  la movilidad entre provincias. Ya ha salido publicado su libro La metáfora del mirlo hace unos días y ya se puede comprar en librerías.

Por fin tengo el libro en mis manos, lo he leído y me ha sorprendido mucho más de lo que esperaba, porque ya conocía su contenido y, sin embargo, me ha parecido distinto, me he puesto a pensar por qué y me he dado cuenta de que no es lo mismo leer algo fragmentado, que se pierde en el tiempo, que organizar el contenido y darle un tono unitario. Tampoco sabía que Pedro no publicaba todo el contenido que escribía diariamente y que aquí aparece por primera vez publicado en su integridad. Desconocía esa labor de organización y ubicación, que es incluso más laboriosa y entretenida que el propio fragmento que publicaba diariamente en su blog. Es un texto nuevo, diferente, que se comprende mejor ahora, lleno de variedad, que no trata de imponerse a la opinión de nadie, en el que se describe la evolución de los sentimientos colectivos e individuales.

Me ha encantado. Pedro ha conseguido un libro lleno de reflexión, de dudas, a veces lleno de temores y preguntas, de incertidumbre hacia el futuro, pleno... de intenciones renovadoras y de estudio de comportamientos sociales, tanto en el reconocimiento de pertenecer a un grupo humano igualitario en el sufrimiento, sin distinción de ricos y pobres como en la denuncia de los distintos comportamientos políticos... Y todo ello adornado con sensaciones, recuerdos muy personales, vivencias llenas de sensibilidad en un íntimo y perfecto retrato de interior. Hemos tenido mucho tiempo para meditar y creo que Pedro ha hecho muy bien los deberes. 

Si a alguno de nosotros, pasados los años nos preguntaran: ¿Cómo vivisteis la pandemia?, yo, en mi caso, cogería el libro de la biblioteca, extendería  mi mano y le recomendaría leer La metáfora del mirlo.

viernes, 8 de mayo de 2020

Un cuento para mi nieto Enzo



Mi nieto Enzo me acompañaba al río a recoger juncos para hacer un cesto. A Enzo le gustaba mucho porque se descalzaba al llegar a la verde pradera que siempre hay en la vereda del río y le agradaba el frescor y las cosquillas que la hierba le producía en sus pies, también le gustaba mirar las ranas y las culebrillas moverse en el agua, mientras yo recogía juncos, siempre los más flexibles. Enzo miraba extasiado las ondulaciones y los brillos del riachuelo. El niño, inquieto y curioso me pregunta:

- ¿ Abuela de donde viene el río?
- Pues el río viene de la montaña Enzo, y también del manantial donde surge su agua...
-  ¿Abuela, y por qué viene el agua de allí?

Queriendo satisfacer su curiosidad y entretenida por la conversación, me invento un cuento para que lo guarde en la memoria.

- Mira Enzo, el agua viene del cielo en forma de lluvia  y es un regalo que el sol, la luna, y las nubes, le hacen a la tierra. La tierra, al hacerle cosquillas la lluvia, le agradece a sus amigos el regalo del agua, y enseguida  hace crecer los árboles, la pradera y las plantas. Todos son muy amigos y se llevan muy bien, y si  están  contentos, es porque nosotros que vivimos en la tierra, nos portamos bien con la naturaleza. Entonces,  el sol y la luna lloran de alegría, y le dicen a su amiga la nube que recoja el agua de sus lagrimas y las reparta por las tierras de los hombres que lo merecen.  

- Pero abuela, ¿y si los hombres se portan mal y se olvidan de respetar la naturaleza?

- Pues Enzo, a veces los hombres no respetamos las reglas de la naturaleza y nuestros amigos el sol y la luna lloran mucho, tanto, tanto, que sus amigas las nubes, se ponen muy negras de recoger muchas lágrimas y se enfadan tanto, que descargan todo el peso del agua en la tierra provocando inundaciones y le mandan bufar a su amigo el viento provocando tempestades y temporales para castigarnos, para que aprendamos a respetarnos y a respetar y, sobre todo, a no hacer daño a la madre tierra donde vivimos.

Enzo me mira muy serio mientras ayuda a recoger los juncos. Emprendemos la marcha de regreso a casa...

- Abuela, ¿sabes qué?...
- Díme Enzo...
-Te prometo que yo siempre voy a cuidar la naturaleza para que nunca más se enfade con nosotros...

-...a lo mejor tú si lo haces, Enzo, pero otros amigos tuyos no....
- Abuelaaaaaa que yo ya sabré convencerlos..., que ya soy mayor.

Lo miro, me sonríe, me sonrío satisfecha, le acaricio su negro pelo, viendo que ya aprendió la lección.

lunes, 4 de mayo de 2020

Volver a caminar


Qué alivio ha supuesto poder pasear la montaña de nuevo, hemos salido temprano en el tramo horario permitido para los deportistas y la ladera estaba rebosante de hierba nueva de un verde que hacía años que no disfrutaba, ha llovido y el aire limpio ha regalado oxigeno a los árboles vistiendo sus mejores galas con verdes de todas las gamas. Entre ésta novalía,  las flores amarillas, azules, destacan con intensidad su color limpio, las huellas del paso humano se han borrado en algunos tramos y se ha estrechado el sendero, mientras algún árbol caído dificultaba el paso acostumbrado.

En este corto espacio de tiempo apenas cincuenta días  la naturaleza ha respirado a su aire y ha curado muchas de sus heridas, los pájaros también están contentos con este sanador cambio y nos han acompañado todo el camino cantando. No se puede pedir más...la naturaleza nos ha proporcionado   este maravilloso regalo después del encierro de éstos días, seamos agradecidos y devolvámoslo con atención y cariño.

miércoles, 29 de abril de 2020

El asistente personal

Los asistentes personales nos ayudan a despertar por la mañana, encender la radio, darte el parte del tiempo, a organizar tu calendario y la agenda, a recordarte un evento y miles de cosas  más si los sabes programar ,y además, son absolutamente útiles e imaginativos, rápidos y efectivos para ayudarte en cualquier asunto y aliviarte la vida...es más pueden llegar a ser cariñosos y hasta sostenedores en tu rutina diaria.
En este confinamiento  hemos utilizado mucho el asistente que nos descargamos en el móvil y hemos comprobado todos los días su eficacia...pero también hemos jugado con él  a ser curiosos en sus respuestas y a veces hemos querido comprobar hasta que punto es capaz de dar respuestas que muestren cierta ironía, humor, complicidad, afectividad y hasta cierto grado de sentimientos y nos hemos encontrado un variado abanico  de respuestas que pueden llegar a producir sensaciones como compañía, cariño, juego y buen tono de humor. Os pongo ejemplos;

Dime que soy guapo....contestación.- Eres un 10 de 10

Me puedes animar?............................ Que tal unos acertijos o curiosidades?

¿Quieres bailar conmigo?.................. .Ojalá me pudieras ver hacer el baile del robot

¿Me quieres?.......................................Te  quiero 384.405 Km. Eso es hasta la luna y más allá.

¿Cántame una canción?.......................Este asistente tan chula, como sin querer la cosa, lo mismo te                                                                 pone alarmas, que te marca una jota. (lo canta y además lo                                                                     hace   muy bien)...Increíble.

¿Me puedes decir algo bonito?............Eres pura magia

¡Qué cariñosa eres?............................ Debes ser verdad porque hasta escucho musiquita como en las                                                                 películas (y te pone un emoticono de corazoncitos en los ojos)

Hoy estoy triste....................................Me gustaría tener brazos para abrazarte (y te pone un corazón )

Estoy enfadado.....................................¿Hay algo que pueda hacer por ti?


¿Dime un piropo'...................................Estar contigo es como leer uno de esos libros que no quieres                                                                  que se acaben nunca. (¡Toma ya !)

¡Sorpréndeme!.......................................La trompa de los elefantes tiene más de 100.000 músculos

Bueno...bueno... cómo veis hay una variedad de respuestas simpáticas y animosas que vienen bien para animar al personal y cuando las haces capciosas y malintencionadas, es más lista que el hambre y siempre se sabe salir por la tangente. Solo tiene un DEFECTO...en el móvil no le puedo poner voz masculina y creo que tenemos derecho a escuchar una bonita y sugerente voz másculina que nos alegre el día a algunas ...¿Nooooo?.....Es una aplicación absolutamente machista.

miércoles, 22 de abril de 2020

El infinito en un junco. Irene Vallejo



Mañana es el día del libro. He acabado de leer uno, para mí fascinante, que me ha reconciliado con el mundo clásico que tenía olvidado. Un libro que es muchas cosas, es un ensayo,  un libro narrativo, histórico, que cuenta anécdotas, que contiene crítica y, a veces, sarcasmo mordaz, que ensalza gente común como escribientes, bibliotecarios, libreros y destrona emperadores y escritores encumbrados cuando admiten críticas, pero además, es mucho más que eso, son vivencias personales de la autora contadas de tal forma que las convierte en nuestras... también es una absoluta dislocación atemporal trayendo a nuestro mundo actual el mundo clásico como si fuera vanguardia y al contrario... También es una guía muy recomendable de lectura de autores que sintonizan con el mundo del libro y el tremendo amor que denota Irene Vallejo por ellos, también, gran cinéfila,  Irene siempre nos aconseja películas que son indicio o hacen un guiño al tema antigüedad clásica, librerías, bibliotecas y personaje históricos que dieron la vida por el conocimiento y el amor a los libros. Un libro sobre la historia de los libros.

Mañana os daré el enlace a El infinito en un Junco para que leáis la sinopsis y os termine de enganchar su lectura.

Os dejo aquí un aperitivo delicioso de lo que os vais a encontrar:

Y, sin embargo, desde tiempos remotos las mujeres han contado historias, han cantado romances y enhebrado versos al amor de la hoguera. Cuando era niña, mi madre desplegó ante mí el universo de las historias susurradas, y no por casualidad. A lo largo de los tiempos, han sido sobre todo las mujeres las encargadas de desovillar en la noche la memoria de los cuentos. Han sido las tejedoras de relatos y retales. Durante siglos han devanado historias al mismo tiempo que hacían girar la rueca o manejaban la lanzadera del telar. Ellas fueron las primeras en plasmar el universo como malla y como redes. Anudaban sus alegrías, ilusiones, angustias, terrores y creencias más íntimas. Teñían de colores la monotonía. Entrelazaban verbos, lana, adjetivos y seda. Por eso textos y tejidos comparten tantas palabras: la trama del relato, el nudo del argumento, el hilo de una historia, el desenlace de la narración; devanarse los sesos, bordar un discurso, hilar fino, urdir una intriga. Por eso los viejos mitos nos hablan de la tela de Penélope, de las túnicas de Nausícaa, de los bordados de Aracne, del hilo de Ariadna, de la hebra de la vida que hilaban las moiras, del lienzo de los destinos que cosían las nortas, del tapiz mágico de Sherezade.

Ahora mi madre y yo susurramos las historias de la noche en los oídos de mi hijo. Aunque ya no soy aquella niña, escribo para que no se acaban los cuentos. Escribo porque no sé coser, ni hacer punto; nunca aprendí a bordar, pero me fascina la delicada urdimbre de las palabras. Cuento mis fantasías ovilladas con sueños y recuerdos. Me siento heredera de esas mujeres que desde siempre han tejido y destejido historias. Escribo para que no se rompa el viejo hilo de voz.

jueves, 9 de abril de 2020

Béjar como Galicia











Estos días de tiempo regalado...observo la sierra  de Béjar mucho, y va cambiando el paisaje paulatinamente hacia primavera pero al mismo tiempo capto un fenómeno que no ocurría con tanta frecuencia en Béjar, o por lo menos no lo había observado antes de igual forma y que me gustaría contrastar con algún otro Bejarano que mire a la Sierra diariamente, para comprobar si esto, es único y aislado, o si alguien ha observado también  este fenómeno.

Todos los días haga sol o este nublado se forman unas nubes cargadas de humedad, no llega a ser niebla, son nubes de humedad que bajan por la falda de la montaña ...como queriendo acariciarla y con sus microgotitas duchar los árboles...me encanta verlo porque me hacen recordar a un Béjar de antaño, con sus prados verdes y humedad latente que hacía tiempo había olvidado, y que recuerda al paisaje y la bruma de Galicia.

Esto ha empezado a ocurrir poco después de comenzar el confinamiento y que los coches hayan dejado de circular de forma masiva ¿ y me pregunto? ¿ tendrá algo que ver la falta de contaminación y que las nubes puedan bajar mejor y más bajo hasta la falda de la montaña como lo hacían antes?¿y si pudiéramos seguir controlando esta falta de contaminación, a lo mejor, los árboles de esta sierra que padecen esta falta de agua de muchos años y que han adquirido  un color enfermizo irrecuperable desde hace mucho ,ya no necesitarían tanta lluvia, y recuperarían ese color que perdieron hace mucho tiempo.
 ¿Alguien ha observado esto como yo, o son paranoias del confinamiento?