viernes, 14 de noviembre de 2008

Auguste Rodin

Auguste Rodin, es un escultor que me maravilla, coetáneo del impresionismo, influyó mucho en él, la desconocida escultura de Edgar Degás, y la contundencia de la obra escultorica de Miguel Angel, luchador antiacademicista como todos sus contemporaneos. Su conocimiento de la anatomía es impresionante, y la pureza y suavidad en el contorno de sus lineas te invita a acariciarlas, a pasar la mano por ellas queriendo sentir la seda en la piel, pura sensualidad y belleza, en ellas la piedra no es una materia inerte, tiene vida propia y el inacabado de su base tallada en vasto contrasta con esa suavidad figurativa que emerge del bloque de piedra hacia el exterior con una magia sensible, me enamoró con tal fuerza de atracción que me salte la estricta normativa " non toucher" del Museo Rodin, y pase mi mano suavemente por algunas de las esculturas sintiendo una especie de comunión con su autor. Merveilleux.

5 comentarios:

Manolo dijo...

Emociona acariciar el frío perfil de la inerte y marmórea hermosura de las estatuas. Pero emociona más sentir la suavidad y el calor de la vida en una piel acariciada con la yema, viva, de los dedos: Trasmisores y receptores sensuales del amor.

Manolo dijo...

Tengo la impresión de que el comentario anónimo del día 10 se adelantó a esta entrada. La belleza, en todas sus formas, está por encima del bien y del mal.

Anónimo dijo...

Por qué tiene tantos dedos el pie de la chica??
Y el pie del chico, parece que tiene gota!!
Ayyyyyy Rodin, Rodin.....
(jijijji)
Oye, merveilleuse, y tú cuándo nos vas a enseñar alguna de tus pinturas?

Marina dijo...

Ya te dije yo, que hay que tocar las estatuas y olvidarse de la decencia.

mojadopapel dijo...

Donce eres única me has hecho reír un montón, que observadora eres, eso son cosas de los profesionales, un error de calculo lo tiene cualquiera pero es bueno tener la humildad de reconocerlo como en este caso. ¿ No crees?. Algún día puede ser que logre sacar algo de mi, soy tan putamente perfeccionista que así estoy, en la pura impotencia.