miércoles, 14 de enero de 2009

La vida





El mismo río de vida que circula por mis venas noche y día, circula por las venas del mundo y canta, en lo hondo, con pulso musical.
Y es una vida idéntica a la mía la que a través del polvo de la tierra alza su verde alegría en
innúmeras briznas de hierba, y estalla en olas tiernas y furiosas de hojas y flores.
Y la misma vida, hecha flujo y reflujo, mece al océano, cuna del nacimiento y de la muerte.
Mis sentidos se exaltan al tocar esta vida universal. Y siento la embriaguez de que sea en mi
sangre donde en este momento palpita y danza el latido de la vida que huye a través del tiempo.

2 comentarios:

Femmedchocolat dijo...

Que hermosa es el agua en movimiento ( la de riachuelos y cascadas, me refiero) Auténtica fuente de vida, sí

Un abrazo

Marina dijo...

Siempre el agua, condenada a ser agua, condena que resisto y aparto poco a poco, pero que vuelve a mi por senderos insospechados.
Siempre el agua, caliente, fría, helada; a veces en aguacero o en gotas de rocío, al aire o en mi cara. Siempre el agua.