domingo, 19 de abril de 2009

Mi hijo Gonzalo


Hace unos días hablaba con mi hijo sobre unas reflexiones personales que había presentado en una asignatura de la Facultad de Geografía a modo de crítica sobre nuestro mundo actual

El tema era el siguiente:

“Las teorías económicas como origen, gestión y perpetuador de los desequilibrios territoriales. “

Resumiendo su reflexión, intentando sintetizarla, porque es un poco extensa, quedaría así:

Cuando las teorías económicas se crean persiguen un objetivo común: el desarrollo, pero promovido exclusivamente por el crecimiento económico. Un desarrollo entendido sólo desde la lógica del mundo desarrollado, los que las crearon. Éstos pronto disociarán el desarrollo con el crecimiento económico, apoyándose únicamente en este último sin tener en cuenta las demás variables que producen dicho desarrollo y su estabilización, como son los problemas sociales: sanidad, vivienda, educación,…Esta situación provocara desequilibrios territoriales en pos de la capacidad de generar economía, beneficiando, como es lógico, a los mejor situados para la futura economía global. Entramos, por tanto, en el mundo regido por la economía; un sistema poco sostenible que necesita de una constante evolución y un constante consumo de los productos generados para que no se detenga el crecimiento.

Nos encontramos, por tanto, en un sistema que no entiende de conciencia social, sólo de crecimiento. Es lo que llamamos el “pensamiento único”, que persigue el beneficio al mínimo coste posible con las consecuencias antes nombradas.

A partir de los años 90, una vez demostrado la insostenibilidad del sistema, se empiezan a tomar medidas para solucionar este problema en busca de un desarrollo sostenible, pero, bajo mi punto de vista, sólo referido al Medio Ambiente (ya que la economía no se puede parar), y que se aplican (sólo) en el mundo desarrollado. Es decir, que creamos políticas y programas que respeten el Medio Ambiente para nuestro territorio y pasamos las prácticas contaminantes al tercer mundo, donde el Medio Ambiente ni se plantea ya que están más ocupados en pagar la deuda externa que tienen hacia nosotros y que nosotros mismos hemos generado. Aquí entraría el concepto de la deuda moral.

Estamos intentando resolver los desequilibrios territoriales a nivel regional con programas como LEADER y PRODER para el desarrollo rural en Europa, y algo se está haciendo, pero a nivel global no interesa, sobre todo a la OMC, que no permite el desarrollo de los países subdesarrollados porque necesita de este desequilibrio para que se pueda mantener el nivel del mundo desarrollado. Por este motivo considero que, en la mayoría de los casos, no sería posible llevar a cabo el concepto de la deuda moral, porque no conviene a los poderosos. En otros casos, hay que decir que hay iniciativas muy interesantes de pago de deuda como el pago en verde, obligando a este país a que tome medidas medioambientales en vez de pagar en metálico.

En definitiva, está claro que las políticas económicas son el origen, la gestión y la perpetuación de los desequilibrios territoriales. Hablar de alternativas lleva a menudo, de una manera equivocada, a hablar de cambiar el sistema global. Creo que eso es inviable de forma radical - No hay que olvidar que también la población del mundo desarrollado está afectada directamente por el mismo y cambiarlo directamente también la perjudicaría, dejándola también sin trabajo ni recursos –. Pero una modificación de conciencia pasaría por una medida lenta, pero efectiva. Para ello deberíamos cambiar varios aspectos que están en la mano del ciudadano y que afectan al conjunto como la educación, la manera de vivir, los hábitos,…ser conscientes de todo lo que está pasando y no mirar hacia otro lado cuando no te afecta directamente. Cada día vemos como el sistema va generando cambios que afectan a nuestra sociedad siguiendo su propia dinámica; véase proceso de Bolonia con la mercantilización de la universidad y el cese del conocimiento general; que sólo persigue que dicho conocimiento sea manejado por las empresas = economía y así, el ciudadano, al no poseer la formación no desarrolla su gran poder de crítica. De esta manera, la población se maneja más fácilmente como pequeñas hormiguitas obreras, promulgándoles el consumo innecesario, una única visión de sistema, una forma de vida como si hubiera sido la normal de toda la vida…

Considero básico concienciar a las nuevas generaciones y, por qué no, a las actuales. Realmente, las personas son la fuerza del trabajo y, por tanto, el motor de la economía. Es decir, nosotros tenemos la capacidad de modificar el sistema poco a poco manifestando nuestro desacuerdo y empezando a cambiar las cosas que no funcionan desde abajo como la educación y la conciencia social. Cuando las personas adquieran esta capacidad podrán ser críticos, quizás para bien o para mal, pero por lo menos son conscientes. Eso ya sería un gran avance.

He sintetizado, bastante porque no voy a reflejar aquí las distintas acciones llevadas a cabo en este sentido por las distintas teorías económicas desde los años 50 hasta nuestros días, lo he hecho de una manera global y resumiendo el pensamiento de mi hijo, me gusto muchísimo su reflexión y sobre todo su gran interés en intentar cambiar los hábitos consumistas y crear conciencia social para cambiar este mundo de contradicciones en que vivimos….me gusto comprobar con la fuerza y énfasis que me hablaba, me convenció y conmovió moviendo algo en mi interior, algo ya perdido…la fuerza de la juventud me contagio de tal manera que empecé a animarle, a darle alas en sus expectativas a comentarle que los tiempos de crisis pueden ser buen momento para cambios importantes funcionando como revulsivo de la sociedad, que necesitábamos la fuerza, la ilusión y el esfuerzo de la juventud para consolidar un intento de cambio en nuestro sistema acomodado pero sobre todo…comentábamos que desgraciadamente yo echaba de menos mentes lúcidas…mentes comprometidas librepensadores con carisma, gente intelectual comprometida que no se haya acomodado tanto a este sistema de bienestar social que nos ha comido las neuronas revolucionarias que teníamos en nuestra juventud (tema que tocamos tambien un poco por encima hoy, en mi paseo del sabado con Manolo, Antonio y Jesús) le decia a mi hijo una y otra vez que era su obligación como joven ilusionado que es, convencer al personal coleguilla primero, que podían ser pocos pero podía ir generando una reacción en cadena…..entonces él me comento que si había escuchado la canción de Macaco “Moving”, y el mensaje clarísimo que enviaba (acción, reacción, repercusión) todo el mundo en movimiento….yo conocía a Macaco con su Mama Tierra, pero está canción no, la busque en Internet y la colgué hace unos días…una canción llena de energía, el me decía… eso mami ¡!! Bájala y escucha….seguimos hablando e imperativamente le animaba a realizar una revolución en nuestros días, me puse vehemente (cuando estoy convencida de algo lo soy) y utópicamente casi le obligaba a instaurar una “revolución intelectual”, le comentaba que hoy disponían de medios tecnológicos y comunicativos para desarrollar, esa acción, reacción, repercusión, que tanto necesitamos para promover un cambio en la sociedad y que la juventud no tenia disculpa…. que necesitábamos lideres luchadores capaces de denunciar ante nuestros políticos todo lo que hacen mal sin dejarse sobornar con promesas falsas.

Logre entusiasmarle, y creo que a mí me crecieron por un momento energías nuevas, cuando nos despedimos y me quede sola me fue invadiendo la nostalgia…recordé el mayo del 68, a Luther King, a Mandela, Vietnam y el movimiento beatnik, los Hippies, yo corriendo delante de la policía a caballo en la Facultad de Sevilla en las manifestaciones contra la represión franquista, y me invadió una gran pena llena de nostalgia….¿Que podría hacer yo para colaborar? .Y se me ocurre que como madre que soy (es lo mejor que sé hacer) es concienciar a nuestros hijos y educarles en el esfuerzo y en la lucha, no provocar actitudes consumistas, en el respeto a los mayores y a otras razas, ser capaz de convivir con los demás sin provocar daño y ser capaz de denunciar a nuestro alrededor lo que nos parece mal respetando las opiniones de los demás.

Algo es algo y como dice la canción de Macaco una gota unida a otras muchas hacen oleaje y el oleaje hace océanos. Luchemos cada uno con los medios que tengamos a nuestro alcance yo lo hago con esta humilde entrada. Luis Felipe Comendador en varias entradas incluyendo la de hoy tambien promueve lo mismo, un cambio, y creo que la poesia tiene bastante que decir.

Si hay alguien que ha sido capaz de llegar al final y soportar una entrada tan larga, le pido perdón por mi extensión y mis defectos de forma pero no lo he podido evitar.

3 comentarios:

Donce dijo...

Joer niña... qué nivel de conversación hay en tu casa! y así habla tu hijo?????????????? ahora me dices que trabaja en la ONU y tiene 45 tacos... y me matas!! (jeje, que es broma, que yo sé que eres una madre requetejoven).
Ahora en serio, que tenéis más razón que un santo, pero que el mundo es un gran negocio y va a ser muy difícil cambiar -quizá no imposible...-
Tú te das cuenta la de veces que han dicho que no hay dinero para el "tercer mundo" y qué pronto aparece para remediar el asunto de los choris de la banca??
Ufff, mira, yo me pongo mala con el tema del politiqueo...

Y a mí sí que me ha gustado tu entrada, es requetebuena!
Un besazo (para los dos)

mojadopapel dijo...

Muchas gracias "presiosa",es obvio que mi hijo no tiene esa edad,pero si la suficiente para retirarme la ayuda a la pensión por mayoria de edad,las viudas entramos entre lo peor pagado de la sociedad,cualquier día saldré con pancartas a la calle.

Gonzalo dijo...

GUAPAA...!!! (TU CHICO)

(No sigas pintandome asi que la gente se lo cree...(amor de madre)