Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida
deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas,
viven en la casa del mañana,
que no pueden visitar
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual, tus hijos
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación
en tu mano de arquero
2 comentarios:
Cierto; a menudo los padres no se dan cuenta de que un hijo no es una propiedad, una prolongación de sí mismos y un ver por fin realizado aquello que ellos no pudieron.
Hay que ser muy generoso para enseñar a volar a con alas fuertes atus pollitos ( o al menos enseñarles que si caen pueden y deben levantarse) No todos los padres lo saben hacer. Debería ser una materia que se enseñara en la escuela . Enseñar un ser humano a ser SER HUMNO LIBRE a otro.
Genial la imagen, da sensación feliz de libertad
De chaval tenía esta poesía colgada en una pared de la habitación. Muchos años después, abrumado -felizmente- por la paternidad, entiendo que "la inclinación" es punto demasiado sutil, muy difícil de calibrar. Pero el texto no deja de ser precioso: una oración laica.Mi pequeña Lucía cumplió ayer 13 meses: la sigo contemplando como un milagro.
Publicar un comentario