viernes, 19 de junio de 2009

ARQUEOLOGÍA




Llegarán con pequeños pinceles
a barrer en la arena quebradas formas de lo que fuimos
y un entusiasmo de fósiles intactos abrirá sus miradas
sobre nuestros restos.
Hallarán en el ámbar los colores que nutrió nuestra luz
y, una vez descompuesta, sabrán
quién fui y cómo te llamé,
las sombras de tus ojos y mi edad,
el exacto lugar donde nos sorprendió la lava.
Buscarán los cimientos de la casa.

Buscarán
y el desconcierto trazará planos imposibles,
nos dibujará nómadas,
precarios moradores de una aldea arrasada,
de un pueblo sumergido.
Mas, cuando asomados a la fosa deseen explicarnos,
alguien en nosotros
les dirá que nunca estuvimos en ningún lugar
que no fuera el abrazo.

5 comentarios:

Adu dijo...

Pues sí, me ha gustado.
Muy.
Estás dale que te pego, venga leer poetisas, rubia...
Besos días.

Gabriel Cusac dijo...

Si las almas se fosilizaran quizá la arqueología nos asegurase que, como en el cuento de Monterroso, todo sigue igual.

mojadopapel dijo...

En realidad los sentimientos nunca cambian...son tan esenciales como los instintos, básicos.

mojadopapel dijo...

Adu, estoy ofreciendo un pequeño aperitivo de lo que se nos avecina en los proximos días, para ir abriendo boca, y haciendo ganas para recibir como una esponja a este florerito de personas que tienen que decir .....y prepararnos para escuchar.

Isabel Huete dijo...

Es que el mejor lugar en el que se puede estar es en el abrazo... ¡qué gustito!
Besazos.