EL INSTINTO Y EL ERMITAÑO
El instinto salió en forma de serpiente al encuentro del ermitaño.
Al verla, el anciano, que conocía la naturaleza humana, no quiso matarla.
Prefirió adormecerla mediante un encantamiento y llevársela consigo enroscada en su cayado.
Que el camino es muy largo.
Y nunca se sabe.
1 comentario:
El ermitaño hizo bien. Más de una vez la serpiente tendría que despertar.
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