jueves, 11 de marzo de 2010

Confesiones





Yo te estaba esperando.
Más allá del invierno, en el cincuenta y ocho,
de la letra sin pulso y el verano
de mi primera carta,
por los pasillos lentos y el examen,
a través de los libros, de las tardes de fútbol,
de la flor que no quiso convertirse en almohada,
más allá del muchacho obligado a la luna,
por debajo de todo lo que amé,
yo te estaba esperando.
Yo te estoy esperando.
Por detrás de las noches y las calles,
de las hojas pisadas
y de las obras públicas
y de los comentarios de la gente,
por encima de todo lo que soy,
de algunos restaurantes a los que ya no vamos,
con más prisa que el tiempo que me huye,
más cerca de la luz y de la tierra,
yo te estoy esperando.
Y seguiré esperando.
Como los amarillos del otoño,
todavía palabra de amor ante el silencio,
cuando la piel se apague,
cuando el amor se abrace con la muerte
y se pongan mas serias nuestras fotografías,
sobre el acantilado del recuerdo,
después que mi memoria se convierta en arena,
por detrás de la última mentira,
yo seguiré esperando.

2 comentarios:

Adu dijo...

Oye melenitas, ¿qué tal tu contenedero artis?
Te felicito, no sé por qué, pero te felicito.
Ele.
B-sito.

Anónimo dijo...

Buenos días, mojadopapel:

¡Qué bien le canta al verdadero amor, Luis García Montero!.
Hace crecer la esperanza, de si en la realidad no existe, sí tiene forma en alguna cabeza.

Saludos. Gelu