lunes, 5 de enero de 2009

ESTO




Dicen que pretendo o miento
En cuanto escribo. No hay tal cosa.
Simplemente
Siento imaginando.
No uso las cuerdas del corazón.

Todo cuanto sueño o pierdo,
Que pronto cae o muere en mí,
Es como una terraza que mira
Hacia otra cosa más allá.
Esa cosa me arrastra.

Y así escribo en medio
De las cosas no junto a mis pies,
Libre de mi propia confusión,
preocupado por cuanto no es.
Sentir? Dejemos al lector sentir!


7 comentarios:

dintel dijo...

¿Algún antídoto para el lector?

mojadopapel dijo...

Leer es el mejor antídoto para el mal de vida, y que cada uno se automedique de la forma que mejor le convenga, no hay receta.

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Es como una terraza que mira
Hacia otra cosa más allá.
Esa cosa me arrastra.

Que la lectura y el arte nos arrastran!!...menos mal...salvados estamos , nuestros corazones respiran...nuestras almas se llenan de oxígeno!!

Gracias y un abrazo

cuarentaydosymedio dijo...

Sentir, percibir, notar, recibir, vivir…
Transmitir, comunicar, conectar, compartir…
Tu escribes y yo leo.
Yo escribo tu interpretas.
Tu comprendes yo siento.
Intercambiamos afecto.
Trasportamos sentimientos.
Que cada uno haga con ellos lo que pueda.
Te dejo mirar en mis emociones
para despertar las tuyas.
Puedes usarlas a tu favor.
En tus manos está.
Gracias por compartir emociones.
Gracias por dejarme mirar en tu corazón.

Sinda dijo...

¿Recuerdas que te prometí algo para tu Gonzalo? Lo escribió José Luis Majada para cuando llegara el bautizo de mi primer nieto. Lo encontramos entre sus cosas cuando él ya se había ido. Aquí te lo dejo con un abrazo.

Seguidillas del agua
para ALVARITO
en el disanto
de su bautizo

Tanto quiere a mi niño
Dios Padre Nuestro,
que le regala el agua
del sacramento.
Y con el agua,
Dios le regala al niño
mares de gracia.

Dios acuna a mi niño
en un mar suave
porque le quiere mucho,
como un buen padre.
Y las olas del agua
le cantan al niño
la mejor nana.

El agua del bautismo
es lluvia fina
y ángeles fontaneros
se la destilan.

Duerme, Alvarito,
que te filtran el agua
los angelitos.

Mi niño está nadando
sueños de blanco,
porque se acerca el agua
que va a lavarlo.
Duérmete, anguila,
pececito del agua
que Dios te envía.

Cascabeles de espuma,
hilos de plata,
adornan a mi niño,
que viene al agua.
Que el agua viene
por canales y puentes
que Dios le tiende.

Las campanas repican,
que el agua llega.
Mi niño es capullo
que está a su espera.
Sonad, campanas:
la sequía se moja,
que viene el agua.

Cuando llegues a mozo
serás marino,
que el agua de Dios Padre
te hizo su hijo.
Y canta y canta,
que Dios te dio el milagro
del agua santa.

(Para Álvaro,
de su tío-abuelo
José Luis)

Marina dijo...

"...siento imaginando" me quedo con estas palabras. Todo lo que la imaginación pueda proporcionarte, pásalo por el filtro del sentimiento, quizá no pase nada, o tal vez te encuentres en un recodo de tus pensamientos, será entonces cuando leas para sentir y sientas que lees viviendo.
Una preciosa entrada mjdppl. Un enorme beso.

mojadopapel dijo...

Es cierto Carmensabes, dar oxigeno al alma lo puedes hacer de mil maneras, leyendo, sintiendo imaginando, subiendo a la montaña, arrastrada por el arte, oyendo música,charlando con amigos, e incluso para mi, entrando en un espacio que me acoja por su belleza, el día que realizó o siento es un día pleno para mi.

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cuarentaydosymedio, escribes tan bonito como sientes, es un lujo leerte.

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Sinda gracias por tu precioso regalo de Reyes, es un poema con una gran ternura y lo guardare con todo mi cariño para Gonzalo.

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Marina que cierto y reciproco!! es lo que dices hada-brujilla.

Besos a todos coleguillas.