martes, 16 de junio de 2009

EL ESPEJO CHINO



Un campesino chino se fue a la ciudad para vender la cosecha de arroz y su mujer le pidió que no se olvidase de traerle un peine.

Después de vender su arroz en la ciudad, el campesino se reunió con unos compañeros, y bebieron y lo celebraron largamente. Después, un poco confuso, en el momento de regresar, se acordó de que su mujer le había pedido algo, pero ¿qué era? No lo podía recordar. Entonces compró en una tienda para mujeres lo primero que le llamó la atención: un espejo. Y regresó al pueblo.

Entregó el regalo a su mujer y se marchó a trabajar sus campos. La mujer se miró en el espejo y comenzó a llorar desconsoladamente. La madre le preguntó la razón de aquellas lágrimas.

La mujer le dio el espejo y le dijo:

-Mi marido ha traído a otra mujer, joven y hermosa.

La madre cogió el espejo, lo miró y le dijo a su hija:

-No tienes de qué preocuparte, es una vieja.

Anónimo

5 comentarios:

Donce dijo...

Jeje, le pasa justo lo que a mí cuando cojo el espejo pa pintarme el ojo. Que me dan ganas de llorarrrr -jijijii, es mentira, yo en seguida suelto el espejo y me sigo viendo igual que ayer-.

Un besazo Mojadopapel, gracias por tu precioso comentario.
Muaccccccc

Adu dijo...

Muy. Me gusta. En pocas líneas habla de:
- El despiste (masculino).
- La falta de autoestima (femenina).
- La complicidad entre mujeres.
Entre paréntesis lo que no es exclusivo de un género, creo yo.
¡Besos días, rubia!

SILVIA dijo...

A veces no nos damos cuenta de quienes y como somos realmente, hasta que decidimos mirarnos detenida y, porque no? criticamente. Precioso relato, para reflexionar.
Mil besitos!!!

Josep Julián dijo...

A mí me parece que es de las historias cortas con más mensaje que he leído. Y te pido permiso para poder usarlo en mis seminarios.
Un saludo afectuoso.

mojadopapel dijo...

Gracias por vuestros comentarios,esto es un espacio público y podeis utilizar lo que querais, aun así se agradece el que pidais permiso,es todo una detalle Josep Julián.