En sangre y en tesoro, la amargura de los días se paga imperceptiblemente. En gotas no se cuenta, ni en monedas. En palabras tampoco. La fábula difícil de mis días no merece poema
Cuando veo ese río de color rojo, pienso en los llantos, las lágrimas que desaparecen, que se consumen en su calor, desaparecen en el olvido. A seguir con el blog. Saludos.
5 comentarios:
Cuando las fábulas son difíciles merecen el poema más hermoso.
Un beso
Paso a saludarte y degustar tus letras en esta magnifica entrada.
Un cálido abrazo.
Tristes versos...aunque bellos a la vez.
besos Mil!!!
Cuando veo ese río de color rojo, pienso en los llantos, las lágrimas que desaparecen, que se consumen en su calor, desaparecen en el olvido.
A seguir con el blog.
Saludos.
Me quedo con las lágrimas que se vierten en el olvido de ese rio. Me imagino que ellas quedan en el olvido. Sucumben al calor.
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