jueves, 3 de marzo de 2011

Recuerdo


Aquella luz mojada por
el recuerdo
nutre aún los árboles, el ramaje
inmóvil, la respiración que brota
del tacto en la intemperie.
Hay que llegar temprano
entre dos luces
y abrir la herida con precisión.
El interior derrama un silencio vivo.
Sobre la corteza el ámbar cristaliza
abrasado por el aire
y los dedos se manchan de profundidad.
La recolección del incienso
en el fondo oscuro deja un vacío
que arde hecho aroma detrás de los ojos.

3 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Cuando el recuerdo arde en aroma, qué más puede haber.

Unknown dijo...

ola buenas visiten mi pagina gracias

Anónimo dijo...

El poema esta bueno, de hecho tu blog tiene temas interesantes, pero deberias buscar otro color que no sea nego, porque entiendo que quizas el diseño del blog refleje lo que sientes o quieres mostrar pero es muy lujubre, no acoje facilmente.