Déjame que esparza
manzanas en tu sexo
néctares de mango
carne de fresas;
Tu cuerpo son todas las frutas.
Te abrazo y corren las mandarinas;
te beso y todas las uvas sueltan
el vino oculto de su corazón
sobre mi boca.
Mi lengua siente en tus brazos
el zumo dulce de las naranjas
y en tus piernas el promegranate
esconde sus semillas incitantes.
Déjame que coseche los frutos de agua
que sudan en tus poros:
Mi hombre de limones y duraznos,
dame a beber fuentes de melocotones y bananos
racimos de cerezas.
Tu cuerpo es el paraíso perdido
del que nunca jamás ningún Dios
podrá expulsarme.
5 comentarios:
Buen poema señorita. Te dejo un besote.
:)
Muy elocuente, me ha gustado mucho.
Un abrazo,
Ese cuerpo es una autentica macedonia de placer, me ha gustado mucho el juego de frutas y anatomía.
Besos frutales.
He de reconocer que me encanta comer sobre el cuerpo de la mujer amada...
Besos.
Hello. And Bye.
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