sábado, 9 de mayo de 2009

Jorge Riechmann


Es malo que haya
gente imprescindible.
No es muy buena
la gente que a sabiendas
se vuelve imprescindible.
La fruta
ha de continuar atesorando sol,
no ha de menguar la fuerza del torrente
si por acaso un día
se pierden unos labios.

Pero
-y este pero me abrasa-
no puedo
decir que sea malo
que tú seas imprescindible.

3 comentarios:

Gabriel Cusac dijo...

Sólo la gente querida es imprescindible. La foto, preciosa, como siempre.

cuarentaydosymedio dijo...

Todos somos necesarios
Nadie es imprescindible.

Hay un cementerio en mi pueblo
lleno de tumbas de gentes
que creyéronse imprescindibles.

Todos fueron necesarios
para que mi pueblo creciera.
Aún los echamos de menos,
pero sin ellos presentes
continúa mi pueblo existiendo.
Mientras, otros seguimos viviendo.

Todos somos necesarios
Nadie es imprescindible

mojadopapel dijo...

De eso se trata Gabriel, de la gente querida que significa oxigeno en nuestras vidas..yo puedo vivir muchas vidas pero no puedo prescindir de la gente que quiero.