sábado, 27 de junio de 2009

Luis Felipe Comendador


Existo en tu cabello
y me deshago en él como incendiado.

Tiene entonces sentido la batalla,
tiene sentido el vivo azul Chagall
que cruza el ojo,
las doce en el reloj,
la música, el ocaso...

¡El ocaso!

Quiero hablarte de todo el tiempo,
de las horas anudado a tu nuca
con las manos trenzadas,
del terror que los días
supuraban en mis ojos de espejo.
Quiero hablarte del vello
que erizabas mirándolo,
de los hijos perdidos
ahogados en las sábanas
que no sabían nadar.
Quiero hablarte del raro sinsentido
que es amarte hasta desamarte.

También te odio,
y eso es amor.

7 comentarios:

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Impresionante, emociona demasiado..no tengo palabras..

Gracias a tí querida y a Luis Felipe.

Mucho besos!

Marina dijo...

Yo creo que el odio nunca es amor... pero seguramente estaré equivocada.
Un beso o dos

Dnc dijo...

Aaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyy!!!
(suspiro)

cuarentaydosymedio dijo...

Es magnífico, expresa de forma sublime profundos sentimientos, impactantes estados emocionales. En su bella brevedad encierra toda una muestra de los avatares de una profunda relación.
Pero entiendo que el amor y el odio nada tienen que ver el uno con el otro, aunque sin duda se puedan establecer puentes entre ambos y en nuestro complejo cerebro desencadenen reacciones a veces parecidas. Entiendo que por esa razón lleguen a confundirse, cuando además el cine y la literatura nos “explican” lo “doloroso del amor”. Fijémonos que lo que llamamos películas románticas o canciones de amor en general son un canto al desamor, al desencuentro, a las rupturas, a lo que ya no es amor, salvo excepciones. Esto, según lo veo yo, hace que aprendamos erróneamente lo que es el amor, y que lo confundamos con todo lo contrario. Es mi opinión, más o menos fundamentada. Que cada uno siga viendo el amor como quiera, pero cuidado si enfocamos el amor hacia algo destructivo.
Besos.

Anónimo dijo...

Buenos días:

Me había fijado hace tiempo en tus comentarios. Y en el buen gusto con el que siempre los vistes.
Hoy me he parado un ratito más en tu blog. El poema impresionante, y el acompañamiento del cuadro de Tamara de Lempicka, más acertado imposible.

Saludos. Gelu

Isabel Huete dijo...

Del odio al amor hay un paso, dicen, y por lo que leo en el poema, Luisfe también lo cree así.
Preciso, como casi todo lo que escribe.
Besotes.

Adu dijo...

Interesantes reflexiones.
¿Hay del amor al odio un paso? Mmmm... si eso sucede es que no es amor maduro... o qué sé yo... Oye, poemas los tiene mejores el rubio ¿eh? Ay que faltona estoy hoy, cocehfeunes...
Besillos también.