Ya se casó mi gordi

No se porqué los padres nos empeñamos en llamar "gordita" o "chico" a algunos hijos... pero es así.... mi gordi, mi mofletuda, mi manzanota roja, se casó el viernes y yo todavía estoy bajo los humores de aquel día...a partir del mediodía estuve extrañamente relajada con un sentimiento de "alea jacta est" que me duro hasta el momento de la ceremonia, creo que a ello me ayudó la triple tila que me tomé durante la tarde. Mi hijo Gonzalo, que era el padrino llevo a Verónica hasta el altar con una ceremoniosidad que no me hizo apartar la mirada ni un segundo de ellos para no perderme ni un ápice del momento, Vega, mi hija mayor, estaba encargada de colocar la inmensa cola de novia que llevaba Verónica y lo hizo con autentica maestría, Verónica estaba deslumbrante y segura y transmitía un halo de felicidad que realmente nos inundó a todos, hubo un momento de emoción familiar especial en el que echábamos de menos a alguien que debía estar allí, con nosotros, disfrutando del momento, pero respiramos hondo y tiramos palante que es lo único que hay que hacer en esta vida...... disfrutar de los segundos que nos permite el aire que respiramos. Estoy feliz porque ella estaba feliz, porque se lo merece, y porque me sentí orgullosa de estos tres hijos tan lindos que tengo y de mi nietecito que es un trastillo adorable. Disfrutamos todos. Me acosté a las 9.30 de la mañana después de tomarme un chocolate con churros en un bar de Triana.
( Gracias por todas vuestras palabras de cariño, significan mucho para mí, y perdonar mi ausencia de todos estos días, está justificada.)