viernes, 6 de noviembre de 2009

Begoña Abad


Algunos silencios nos exilian
de la tierra prometida.
Muerden mucho más que palabras,
condenan a una perpetua cadena
de más silencios, que atan
un enjambre de palabras
que habíamos presentido
serían dichas.
Enredan algunos silencios
los pensamientos dormidos
y hacen galopar los miedos
que silenciamos.
Sienten los silencios
el éxtasis que asoma
a los ojos del ser
que arrobado susurra
sus más hondos deseos
y es así, sin saberlo,
el silencio que sella
la más firme alianza
de los silentes.

3 comentarios:

Gabriel Cusac dijo...

Veo que has recuperado el ritmo de entradas. A toda mecha...!

cuarentaydosymedio dijo...

No es el silencio el que me aísla
No es la soledad la que me da miedo
Es mi mente
Sienténdose libre en el silencio
Se desboca e invade mi ser
Afloran pensamientos fríos
Aparecen ideas ácidas
Que corroen las entrañas
Aprovechándose del silencio

Pedro Ojeda Escudero dijo...

El silencio es la prueba de fuego de una vida.